Ojos de calamar

¿Son los ojos de los vertebrados una chapuza? ¿No pasarían un mínimo control de calidad en cuanto a su diseño? Opina tú personalmente tras leer esta entrada.

La luz debe llegar a la retina (situada en la parte posterior del ojo tras el llamado cuerpo vítreo) a una capa de fotorreceptores formada por los conos y los bastones, que mediantes impulsos nerviosos mandan al cerebro la información; esta capa debe estar alimentada por vasos sanguíneos que, cabría esperar, deberían estar tras los receptores para no entorpecer el camino a la luz: no es así, se encuentran por delante. Igualmente, también las fibras nerviosas que hemos mencionado también se encuentran en esta posición poco práctica. Otra aparente chapuza es que el nervio óptico debe abrirse paso a través de la retina formando el punto ciego, la demostración experimental de la existencia de éste es fácil de hacer.

Si hacemos una comparación con el ojo de los cefalópodos, esos inconvenientes no se presentan, parecen estar bastante mejor diseñados. Además en este grupo de animales el cristalino es rigido y para enfocar es movido hacia atrás y hacia delante: ello hace que con la edad (otra diferencia con nuestra especie) va aumentando su capacidad de enfoque al hacerlo el tamaño del animal, se han llegado a medir ojos de 40 cms de diámetro.

En cuanto a la visión en color se les hace innecesaria en los fondos donde habitan.

Oranghumanes

orang1En su gran obra Systema Naturae (décima edición de 1758), Linneo nos bautizó con el nombre científico de Homo sapiens que tan bien conocemos. Ya sabéis que Homo es el nombre del género; en este mismo género incluyó otra especie: Homo sylvestris, el orangután. Puedes verlos en la foto superior de esta entrada, ¿te reconoces? ¿Y en la foto de abajo? La palabra orang-hutan significa «hombre de la selva» en malayo.

Hoy día «nos hemos alejado» taxonómicamente de los orangutanes, aunque nos incluimos con ellos dentro de los homínidos. Son póngidos, con una cara que nos recuerda la nuestra y, además, pulgares oponibles en las manos; también los poseen en los pies, como si tuviesen cuatro manos.

Los últimos reductos para esta especie se encuentran en las islas de Borneo y Sumatra y nos avisan desde allí que el peligro de extinción crece: el censo entre las dos islas no supera los 25.000 (frente a los 60.000 de finales de los años noventa); en una década la especie puede dejar de ser viable genéticamente, según la veterinaria española Karmele Llano, que trabaja en la zona.

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Tras ver esta foto, tal vez te interese saber también que los embarazos duran entre ocho meses y medio y nueve meses y los pequeños orangutanes nacen indefensos. A los pocos meses son capaces de alternar la lactancia con frutos masticados antes por su madre y al cabo de un año ya pueden comer por sí solos. Alcanzan la madurez sexual muy tardíamente, y además tienen una alta mortalidad infantil, con lo cual su futuro se hace aún más incierto

Una de las flores más grandes del mundo

Su nombre es Rafflesia arnoldii y fue descubierta en 1818 en Sumatra. Además de tener el record en cuanto al tamaño, puede que sea también la más apestosa: su olor a carne podrida engaña a los insectos; son capaces de emitir calor, probablemente mimetizando el de un animal recién muerto para seducir a las moscas de la carroña que la polinizan.

Su diámetro puede sobrepasar el metro llegando a pesar más de 10 Kms. Además, con buen criterio para mantener tal tamaño, son plantas parásitas, sus órganos vegetativos se reducen a una red de fibras celulares entre las raíces de la planta hospedadora.

A pesar de su gran tamaño, no ha sido hasta comienzos de este año cuando se ha comprobado y publicado con qué plantas están emparentadas estas gigantes. Son de la familia de las euforbiáceas, flores muy abundantes en nuestros campos y, curiosamente, de pequeño tamaño y colores poco llamativos.

Salamandras en movimiento

Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) han desarrollado un nuevo robot, similar a una salamandra, que incorpora un sistema control que imita la espina dorsal del anfibio y que le permite caminar y nadar de forma similar a como lo hace el animal.

El robot podría ayudar a conocer cómo evolucionó la capacidad de caminar en los animales cuando pasaron a moverse sobre la tierra, hace millones de años, ya que se cree que la salamandra, cuyo modo de andar y nadar son muy diferentes entre sí, se asemeja a los primeros vertebrados que vivían en tierra.

Se ha desarrollado un modelo teórico para mostrar cómo el circuito neural de un pez, similar a la lamprea, podría ser modificado hasta conseguir que se moviera como un animal similar a la salamandra. Esto también permitiría al anfibio cambiar entre la forma de caminar y nadar. Para validar el modelo, los autores construyeron un robot similar a una salamandra que podía cambiar entre el modo natación, el de gateo serpenteante y el de caminar. El robot tiene un modelo de espina dorsal incorporado que recibe señales simples de control, enviadas desde un ordenador por un sistema que no requiere cables, que modula la velocidad, la dirección y el modo de moverse, de forma similar a las señales que proceden de los centros neurales en los vertebrados animales.

El animal mecánico está formado por un modelo de espina dorsal que recibe señales simples que son enviadas desde un ordenador a través de un sistema que no necesita cables. Desde el ordenador se controla la velocidad, la dirección y el modo de movimiento de la misma forma que harían los centros neurológicos de las salamandras. El robot enseña como los animales nadadores pueden ser andadores.

(Fuente: El País)

Plantas alienígenas

En su obra La Guerra de los Mundos (1898), H.G. Wells describió un planeta Marte poblado por arboledas y valles rojos. Esta semana, científicos de la NASA han llegado a la conclusión de que, si existe vida en otros mundos y si, además, esa vida es vegetal, entonces esas plantas pueden ser verdes, rojos y amarillos, pero no azules.

Estas conclusiones han sido publicadas recientemente en la revista Astrobiology, en un estudio dirigido por la investigadora del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA, Nancy Kiang.

Según Kiang, el color de las plantas extraterrestres, si es que existen, variará según el tipo de luz que emita su sol más cercano. En la Tierra son en su mayoría verdes porque ése es el color del espectro solar que las plantas menos absorben, porque no obtienen demasiada energía de él.

En otros planetas el color rechazado por las plantas podría ser el amarillo o el rojo, y por lo tanto los vegetales allí presentarían esos colores. La investigación, no obstante, concluye que las plantas, en principio, nunca podrían ser azules.

Esto se debe a que el azul es un color muy energético, y lo más probable sería que esas hipotéticas plantas lo absorbieran para nutrirse, en vez de reflejarlo.

«Todos los colores del arcoiris son tan factibles como el verde, dado el rango de estrellas. Hay una gran gama de colores, pero creemos que no es probable que las plantas sean azules», señala Kiang en las páginas del diario británico The Times.

«El modelo teórico elaborado por Kiang puede ayudar a los astrónomos a diseñar sus telescopios con la búsqueda de vida fotosintética en mente», señala en la edición digital de la revista Nature el astrónomo Eric Ford, del Centro Smithsonian para Astrofísica de la Universidad de Harvard, en Massachussets.

(Tomado de un artículo de «El País», 13 de abril de 2007)

El tamaño de los perros

Un chihuaua y un San Bernardo… seres de la misma especie, ¿en qué se diferencian?

¿Dónde está la clave de tamaños tan diferentes? Científic@s de siete instituciones diferentes han publicado en la revista Science los resultados de sus investigaciones y, sorprendentemente, apenas en la mutación de un solo gen, en concreto el llamado IGF1, relacionado con la producción de la hormona del crecimiento; una de las variantes de este trozo de ADN aparece sin excepción en todas las razas de perros pequeños.

Pudo suceder que hace unos 15.000 años, tiempo desde el que se domestican los perros, un pequeño lobo con esta variedad del gen pudiera ser el responsable. ¿Quieres saber más?

¿Planear el futuro?

Ser capaces de imaginar el futuro y obrar consecuentemente parecía una capacidad exclusiva de los primates. Es difícil demostrar que los comportamientos se deben a esta compleja actividad del conocimiento y no son puramente instintivos; imaginemos por ejemplo a un ave que emigra: ¿instinto o planificación? Ahora conocemos recientes investigaciones que nos dicen que esta actividad mental la encontramos en algunas aves.

Estudios con una especie cercana a nuestro arrendajo, la Aphelocoma californica, demuestran que ésta posee esa sofisticada capacidad de prever lo que puede pasar y actuar en consecuencia. Puedes leer la noticia y saber en qué consistieron los experimentos aquí.