Muchas veces nos hemos preguntado sobre el efecto que la desaparición de una determinada población de animales o plantas tendría sobre el ecosistema en el que se encuentra. Pero, ¿qué hay sobre nosotros? ¿Realmente somos necesarios en el mundo? ¿Colapsaría o seguiría adelante? A todo eso responde este documental (un poco largo, pero muy absorbente):
Ecología
A estivar
Es más popular y conocida la hibernación (ya hablaremos de ella y sus parientes en otra ocasión), pero algunos animales, al llegar las épocas más calurosas o en periodos de sequía, necesitan estivar. Los caracoles, ya han desaparecido los puestos por cierto, recurren a este mecanismo y buscan lugares, bajo hojas o musgo u otros sitios frescos, donde conservar la humedad y no secarse totalmente; además cierran su concha con un opérculo (epifragma), que posiblemente hayas podido observar alguna vez.
Este proceso no es exclusivo de este grupo de animales, incluso hay evidencias de ello en algunos dinosaurios. También lo llevan a cabo ranas y sapos o las tortugas terrestres. Por último, se ha observado en tiempos recientes que también pueden entrar en estivación los blogs, «rara especie» que abunda en distintos tipos de redes.
Besos. Hasta pronto.