Algunas consideraciones y ejemplos sobre esta relación desde Reflexiones de Repronto
Por cierto, si queréis conocer más detalles sobre el asombroso hombre sin estómago, visitad el blog ausente
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Mientras Stephen Hawking, casi como un juego, nos lanzaba hace pocos días la advertencia de que un encuentro en la tercera fase podría tener graves consecuencias para nuestro planeta (esperemos que comiencen con los políticos), comparando la situación con la llegada a América en el redescubrimiento del continente allá por 1492, en Marte seguir la pista de su agua podría llegar a mostrarnos señales de vida, presente o pasada, y esperemos que menos peligrosa.
Pero no habíamos pensado, al menos yo, que la vida que podría haber en nuestro vecino pudiera ser vida importada desde el planeta azul hasta el rojo. Así pudimos leer recientemente en las páginas del FECYT:
Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Florida Central afirma que las bacterias comunes que viajan en las naves espaciales son capaces de sobrevivir al duro ambiente marciano lo suficiente como para contaminar inadvertidamente la superficie del planeta con vida terrestre. El descuido puede ser un problema, ya que, si algún día encontramos un organismo vivo en ese lejano mundo tendremos que preguntarnos si es realmente extraterrestre o su cara nos resulta… excesivamente familiar.
Si te interesa el tema marciano, tienes un especial en el diario EP donde puedes acceder en un plisplás (perdón, en un clic) a noticias, animaciones, audios, galerías, etc.