Grasas "trans"

Se habla mucho en los últimos tiempos de este tipo de grasas; vamos a intentar aclarar en qué consiste y cuales son sus problemas.

Hagamos algo de historia: entre las décadas de los años 80 y 90, la preocupación por la ingesta de colesterol llevó a generalizar el uso de una tecnología que consistía en transformar los aceites vegetales en grasas sólidas; así surgió la margarina 100% vegetal. Un producto sin colesterol, una molécula que encontramos en los alimentos de origen animal. Se asoció la ingesta de la margarina con una mejora en la alimentación y con la reducción de las enfermedades cardiovasculares. El consumidor, acostumbrado a ingerir mantequilla, prefería tomar un producto sólido (margarina) a un aceite (líquido).

En esencia, el mencionado proceso tecnológico consiste en romper los ácidos grasos poli-insaturados existentes en muchas grasas vegetales: la presentación de una grasa, su aspecto a temperatura ambiente, depende de su grado de insaturación. Cuanto más insaturada sea una grasa más líquida aparecerá y cuanto más saturada, más sólida y compacta la apreciaremos; si rompemos los dobles enlaces, haremos más sólida la grasa. Al romperse estos, muchos de los que quedan cambian de forma y pasan de un aspecto cis a otro trans: los ácidos grasos, componentes de las grasas, no se pliegan y quedan con un aspecto muy parecido a los saturados. Queda alterada la molécula en una pequeña proporción, ajena al organismo humano, con comportamientos aún no del todo conocidos y efectos muy negativos en nuestra salud: aumento del colesterol y de las enfermedades cardiovasculares. Ya estamos comenzando a conocer otros problemas que se están investigando actualmente; por ejemplo también pueden retrasar el crecimiento y la maduración del cerebro, ten en cuenta que las grasas son esenciales, forman parte de la membrana de las células, y la presencia de las mismas puede llevar al organismo a formar paredes celulares defectuosas.

La incorporación de este tipo de grasas hace que aumente la vida útil de los productos en los que se emplea este proceso, potencia su sabor y mejora su textura. Además, la adición de grasas hidrogenadas a los productos abarata los costes. Evitar las grasas trans es difícil, ya que forman parte de muchos alimentos; encontrarás en las etiquetas «grasas hidrogenadas» o «parcialmente hidrogenadas», eso te dará la pista. Se encuentran con frecuencia en aperitivos salados (palomitas o fritos), productos precocinados (empanadillas, croquetas, pastas o pizzas), galletas, margarinas y bollería industrial. Si consumes muchos de estos alimentos, debes mirar más las etiquetas. El problema es abusar de ellas, un consumo moderado no generará problemas en tu salud.

( Fuente: adaptado de la página web de Consumer)

Una "Tierra" lejana

Desde que en los años 90 del pasado siglo se descubrió el primer sistema planetario extrasolar, han sido muchos los hallazgos de este tipo. Hoy se conocen más de 200 planetas fuera de nuestro Sistema Solar.

Ahora nos llega la noticia del descubrimiento de otro de estos planetas con unas características que harían posible la existencia de vida: es un planeta rocoso algo mayor que el nuestro y con temperaturas entre 0 y 40 ºC.

Es el más pequeño de los exoplanetas descubiertos hasta ahora y completa su órbita en 13 días. Está 14 veces más cercano a su estrella de lo que lo está nuestro planeta con respecto al Sol. Sin embargo aquélla, la enana roja ‘Gliese 581’, es más pequeña y fría que éste, por ello menos luminosa.

Se encuentra a una distancia de 20 años-luz, por ahora visitarlo va a ser difícil. Pero conoceremos más de él y volveremos a tener noticias.

Salamandras en movimiento

Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) han desarrollado un nuevo robot, similar a una salamandra, que incorpora un sistema control que imita la espina dorsal del anfibio y que le permite caminar y nadar de forma similar a como lo hace el animal.

El robot podría ayudar a conocer cómo evolucionó la capacidad de caminar en los animales cuando pasaron a moverse sobre la tierra, hace millones de años, ya que se cree que la salamandra, cuyo modo de andar y nadar son muy diferentes entre sí, se asemeja a los primeros vertebrados que vivían en tierra.

Se ha desarrollado un modelo teórico para mostrar cómo el circuito neural de un pez, similar a la lamprea, podría ser modificado hasta conseguir que se moviera como un animal similar a la salamandra. Esto también permitiría al anfibio cambiar entre la forma de caminar y nadar. Para validar el modelo, los autores construyeron un robot similar a una salamandra que podía cambiar entre el modo natación, el de gateo serpenteante y el de caminar. El robot tiene un modelo de espina dorsal incorporado que recibe señales simples de control, enviadas desde un ordenador por un sistema que no requiere cables, que modula la velocidad, la dirección y el modo de moverse, de forma similar a las señales que proceden de los centros neurales en los vertebrados animales.

El animal mecánico está formado por un modelo de espina dorsal que recibe señales simples que son enviadas desde un ordenador a través de un sistema que no necesita cables. Desde el ordenador se controla la velocidad, la dirección y el modo de movimiento de la misma forma que harían los centros neurológicos de las salamandras. El robot enseña como los animales nadadores pueden ser andadores.

(Fuente: El País)

Plantas alienígenas

En su obra La Guerra de los Mundos (1898), H.G. Wells describió un planeta Marte poblado por arboledas y valles rojos. Esta semana, científicos de la NASA han llegado a la conclusión de que, si existe vida en otros mundos y si, además, esa vida es vegetal, entonces esas plantas pueden ser verdes, rojos y amarillos, pero no azules.

Estas conclusiones han sido publicadas recientemente en la revista Astrobiology, en un estudio dirigido por la investigadora del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA, Nancy Kiang.

Según Kiang, el color de las plantas extraterrestres, si es que existen, variará según el tipo de luz que emita su sol más cercano. En la Tierra son en su mayoría verdes porque ése es el color del espectro solar que las plantas menos absorben, porque no obtienen demasiada energía de él.

En otros planetas el color rechazado por las plantas podría ser el amarillo o el rojo, y por lo tanto los vegetales allí presentarían esos colores. La investigación, no obstante, concluye que las plantas, en principio, nunca podrían ser azules.

Esto se debe a que el azul es un color muy energético, y lo más probable sería que esas hipotéticas plantas lo absorbieran para nutrirse, en vez de reflejarlo.

«Todos los colores del arcoiris son tan factibles como el verde, dado el rango de estrellas. Hay una gran gama de colores, pero creemos que no es probable que las plantas sean azules», señala Kiang en las páginas del diario británico The Times.

«El modelo teórico elaborado por Kiang puede ayudar a los astrónomos a diseñar sus telescopios con la búsqueda de vida fotosintética en mente», señala en la edición digital de la revista Nature el astrónomo Eric Ford, del Centro Smithsonian para Astrofísica de la Universidad de Harvard, en Massachussets.

(Tomado de un artículo de «El País», 13 de abril de 2007)

El ADN y la conducción eléctrica.

Un estudio realizado recientemente en la Universidad de Málaga (Departamento de Física Aplicada II), ha descubierto que las propiedades conductoras de la cadena de ADN dependen de la disposición de sus nucleótidos. La conducción eléctrica es un procedimiento que el ADN natural emplea para reparar posibles mutaciones.

El ADN está formado por cuatro nucleótidos que se combinan en pares, C y G y A y T. La ordenación de los cuatro para la formar la secuencia no es aleatoria, y de ello depende la capacidad de conducir la corriente eléctrica.

Las radiaciones ultravioletas pueden producir mutaciones en el ADN, y estas alterar los nucleótidos de los que se compone el genoma. Las modificaciones que provocan son las que, en ocasiones, originan enfermedades como el cáncer de piel. A veces, estos cambios pueden ser reparados por una enzima que se sitúa en la cadena de ADN a una cierta distancia del lugar de la mutación, y que es capaz de arreglarla mediante el envío de un electrón que compense el cambio y devuelva la normalidad al ADN. Para que el electrón viaje es necesario que la cadena sea conductora de electricidad, pero el nivel de conductividad depende de la disposición de los nucleótidos que forman la cadena.

Cuando los nucleótidos están colocados de forma periódica o repetitiva la electricidad se transporta mejor. Por ello, contrastados todos los datos, el proyecto ha tenido como objetivo fundamental estudiar cómo se conduce la electricidad dependiendo de la posición de los nucleótidos en el ADN.

Este hallazgo es muy útil en el campo de la nanotecnología, ya que se podrían fabricar nanocables de ADN: «reproducir en serie la parte de la cadena de ADN que conduzca mejor la electricidad es fácil», ha afirmado Pedro J. Carpena, director de la investigación, «ya que del ADN sabe copiarse a sí mismo muy bien».

(Fuente: Andalucía Investiga)

Cambio temporal: un tono para aumentar el pecho

Todo tiene su explicación científica… El doctor Hideto Tomabechi, un investigador nipón aficionado al rock, ha creado un tono de móvil y, con el mismo, comprobó empíricamente cómo crecía el pecho de las mujeres que lo escuchaban 30 segundos durante 20 veces diarias a lo largo de 10 días. En total, la diferencia de talla oscilaba entre 2 y 3 centímetros. Hace poco se pudo ver en un programa televisivo. La explicación, por ahora,  es que el cerebro femenino procesa el sonido como el llanto de un bebé, lo que provoca una reacción fisiológica que hace que aumente el pecho. Si hay novedades, informaremos. (Fuente T.Móviles)

El tamaño de los perros

Un chihuaua y un San Bernardo… seres de la misma especie, ¿en qué se diferencian?

¿Dónde está la clave de tamaños tan diferentes? Científic@s de siete instituciones diferentes han publicado en la revista Science los resultados de sus investigaciones y, sorprendentemente, apenas en la mutación de un solo gen, en concreto el llamado IGF1, relacionado con la producción de la hormona del crecimiento; una de las variantes de este trozo de ADN aparece sin excepción en todas las razas de perros pequeños.

Pudo suceder que hace unos 15.000 años, tiempo desde el que se domestican los perros, un pequeño lobo con esta variedad del gen pudiera ser el responsable. ¿Quieres saber más?