El calamar vampiro del infierno

El extraordinario «calamar vampiro de la noche» (Vampyroteuthis infernalis) es un pequeño cefalópodo oscuro que utiliza llamativas técnicas de evasión, con cuatro pares de tentáculos unidos por una membrana, que recuerdan las alas de un murciélago; el quinto par de tentáculos se ha transformado en un filamento retráctil; en relación a su tamaño, los ojos son enormes. Con frecuencia se presenta planeando por el agua, con la ayuda de sus tentáculos y sus aletas. Está recubierto con órganos que producen luz, llamados fotóforos; se piensa que lo ayudan a confundir a sus potenciales depredadores. Puede habitar en aguas con con muy bajas concentraciones de oxígeno, a profundidades entre 600 y 900 metros.

A quienes os gusten poco las películas de terror, no deberíais ver este video

Un niño liberado de la fibrosis quística

Se ha conseguido en nuestro país que nazca un niño sano de una pareja en la que ambos son portadores de la fibrosis quística. Es una enfermedad muy grave, con efectos sobre los pulmones y la absorción de nutrientes por parte del páncreas.

El nacimiento de este niño se produjo el pasado 1 de febrero en Valencia,  y ha sido posible gracias a la colaboración del Centro Médico de Reproducción Asistida (CREA) y la Unidad de Genética Reproductiva de Sistemas Genómicos. El método utilizado consiste en detectar las mutaciones más pequeñas posibles en la cadena del ADN, conocidas como mutaciones puntuales, causa de muchas enfermedades genéticas. Se combinan técnicas de análisis mutacional asistido por ordenador y visualización computerizada de mutaciones concretas. La principal novedad es que permite «trabajar con ADN de una sola célula procedente del embrión en estadio de ocho células», según fuentes de los citados centros.

Se trata de una nueva técnica (minisecuenciación) con la que va a poderse analizar cualquier enfermedad de base genética conocida en los embriones, y es enormemente sensible y muy específica, con una gran capacidad diagnóstica.

Este año está previsto que nazca el primer niño sano de una madre afectada de osteogénesis imperfecta (enfermedad de los «huesos de cristal») mediante el empleo de esta misma técnica.