Caminante, sí hay camino…

Nos llega esta noticia desde la Universidad de Sunderland (Inglaterra). Al parecer los caracoles no son muy exploradores y prefieren seguir el rastro de individuos de su especie para ahorrar energía. Los investigadores han llegado a esta conclusión: los que siguen a otros generan menor cantidad de ese precioso líquido viscoso que sus predecesores; el primero gastará casi el doble que el perseguidor. Normalmente, siguen la pista en el mismo sentido del que la dejó y se cree que así los machos localizan a las hembras en la temporada de apareamiento.

El calamar vampiro del infierno

El extraordinario «calamar vampiro de la noche» (Vampyroteuthis infernalis) es un pequeño cefalópodo oscuro que utiliza llamativas técnicas de evasión, con cuatro pares de tentáculos unidos por una membrana, que recuerdan las alas de un murciélago; el quinto par de tentáculos se ha transformado en un filamento retráctil; en relación a su tamaño, los ojos son enormes. Con frecuencia se presenta planeando por el agua, con la ayuda de sus tentáculos y sus aletas. Está recubierto con órganos que producen luz, llamados fotóforos; se piensa que lo ayudan a confundir a sus potenciales depredadores. Puede habitar en aguas con con muy bajas concentraciones de oxígeno, a profundidades entre 600 y 900 metros.

A quienes os gusten poco las películas de terror, no deberíais ver este video

El método científico

Comenzar un blog que pretende ser atractivo por el método científico es algo suicida, ¿o no? Pero tal vez no lo sea tanto si pensamos que es una metodología que, de forma inconsciente y con mayor o menor acierto, utilizamos a diario en nuestras vidas y, evidentemente, debería utilizarse con mayor asiduidad a nuestro alrededor: debería ser un modo de actuar más generalizado en los medios de comunicación por ejemplo, nos evitaríamos noticias dudosas, falsos rumores y alguna que otra basura pseudocientífica.

La leyenda cuenta que Galileo Galilei, allá por 1590, diseñó un experimento para comprobar qué objetos caían más rápidamente, los más pesados o los más ligeros, y lo llevó a cabo en la torre de Pisa. Podríamos considerarlo como un momento clave para el método científico, aunque hablar de su nacimiento puede resultar algo arriesgado.

Podríamos investigar cómo acabo la historia…