La pasada semana recordamos a María, la bebé que había sido operada cuando aún se encontraba en el vientre de la madre, recibía el alta en el hospital V. del Rocío de Sevilla.
Esta técnica, llamada cirugía fetal abierta, consiste en abrir el útero de la madre, extraer la parte del feto donde se va a realizar la operación y reintroducirlo en el vientre materno, una vez la intervención ha concluido; se llevó a cabo el pasado 31 de julio cuando el feto pesaba 900 gramos a las 26 semanas de gestación; más de un mes después nació María (6 de septiembre) con 2’075 Kg. Su caso ha sido el primero realizado en nuestro continente con esta técnica.
Su problema era la enfermedad normalmente conocida como espina bífida, se trata de un defecto de nacimiento (congénito) en el que el tubo neural, estructura embrionaria que da lugar al cerebro y la médula espinal, no se cierra antes de que el bebé nazca. En casos muy graves, se puede originar una protuberancia en la médula espinal y las membranas que la recubren. No siempre resulta de la misma gravedad, o puede ser corregida con la cirugía. En el caso de María, la enfermedad persiste aunque no con las secuelas más importantes; en cualquier caso hay que esperar un tiempo para observar su evolución.
Uno de cada mil niños nace en España con esta enfermedad. El 95% de los bebés que nacen con espina bífida son hijos de progenitores sin antecedentes familiares. Aún así, las personas científicas creen que en su desarrollo intervienen factores genéticos, aunque también «ambientales».
En cuanto a las posibles consecuencias son variadas: debilidad muscular, dificultad para el control de los músculos de la vejiga y los esfínteres e hidrocefalia (en el 70% de los afectados), que se genera por la dificultad del organismo para drenar el fluido que protege al cerebro, testículos mal descendidos en los varones, pubertad precoz en las niñas y tendencia a la obesidad en ambos sexos.
La verdad es que me quedo anonadado con los avances de la Medicina de hoy en día. Son cosas como éstas las que me impresionan y las que me alientan cada día más a alcanzar la meta que me he propuesto: estudiar Medicina.